expropiación

Enteignis

La conciencia es aquel acaecimiento apropiante en el que el ser desiste de la verdad, es decir, la entrega al ente y a la entidad y expropia [enteignet] a éstos de la verdad. El acaecimiento apropiante de la expropiación y expulsión del ente a la mera entidad. 7484 Heideggeriana: HistoriaSer

En la medida, pues, en que el destino del ser reposa en la regalía del tiempo y éste con aquél en el acaecimiento apropiador, se anuncia en el apropiar lo que le es peculiar a dicho acaecimiento, que lo que tiene de más propio lo retira el desocultamiento sin límite. Pensado desde el apropiar, esto quiere decir: el acontecimiento apropiador se expropia, en el mencionado sentido, de sí mismo. A la apropiación del acaecimiento apropiador como tal pertenece la expropiación. Por ella no se abandona el acaecimiento apropiador, sino que preserva su propiedad. 13019 Heideggeriana: TempoYSer

Con la entrada del pensar en el acaecimiento apropiador adviene pues primeramente el modo de ocultamiento propio al acaecimiento apropiador. Éste es en sí mismo expropiación, palabra en la cual se recoge la temprana voz griega lethe en el sentido de ocultarse de conformidad con el acaecimiento apropiador. La ausencia de destino del acaecimiento apropiador no quiere decir, por tanto, que le falta a éste toda “movilidad”. Quiere decir más bien que lo que se muestra al pensar como lo que ante todo hay que pensar es la manera de movilidad más propia del acaecimiento apropiador, que es el giro a la retirada. Mas con ello está dicho que para el pensar que entra en el acaecimiento apropiador la historia del ser como lo que hay que pensar ha llegado a su fin, sin perjuicio de que pueda seguir subsistiendo la metafísica, sobre lo cual nada puede hacerse. 13321 Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer

Así pues, no es poco lo que ya se dijo también en el pensar heideggeriano, aunque sólo fuese de una manera precursora y como por señas, de aquello que el acaecimiento apropiador apropia y de aquello a lo que apropia. Pues a dicho pensar sólo le puede importar la preparación de la entrada en el acaecimiento apropiador. Que del acaecimiento apropiador sólo reste por decir: el acaecimiento apropiador acaece apropiadoramente, no excluye, sino precisamente incluye, el pensar la entera riqueza de lo que hay que pensar en el acaecimiento apropiador mismo. Y con tanta más razón cuanto que por referencia al hombre, a la cosa, a los dioses, a la tierra y al cielo, por referencia también al acaecimiento apropiador, siempre continúa siendo materia a meditar el que al acaecimiento apropiador pertenezca esencialmente la expropiación. Pero ésta encierra en sí la pregunta: ¿expropiación hacia dónde? La dirección y el sentido de esta pregunta no fueron ya debatidos. 13329 Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer