Cosa

Y cuanto más clara se me hacía esa intelección, con tanta mayor fuerza surgía la pregunta: ¿De dónde viene y cómo se determina aquello que ha de ser experimentado, de acuerdo al principio de la fenomenología, como «la Cosa misma»? ¿Se trata de la conciencia y de su objetividad, o del ser del ente en su desocultamiento y en su acción de ocultarse? Heideggeriana: CaminoFenomenologia

¿Y hoy? El tiempo de la filosofía fenomenológica parece haberse acabado. Ésta tiene ya valor de algo pasado, de algo designado de una manera tan sólo histórica, junto con otras direcciones de la filosofía. Sólo que, en lo que tiene de más íntimo, la fenomenología no es dirección alguna, sino que es la posibilidad del pensar que, llegados los tiempos, reaparece de nuevo, variada, y que sólo por ello es la permanente posibilidad del pensar, para corresponder al requerimiento de aquello que hay que pensar. Cuando la fenomenología viene así experimentada y conservada, puede entonces desaparecer como rótulo en favor de la Cosa del pensar, cuya revelabilidad sigue siendo un misterio. Heideggeriana: CaminoFenomenologia

El sentido literal de este enunciado lleva con facilidad a la opinión de que el ser en cuanto “simplemente la posición de una cosa” concierne a la cosa en el sentido de la cosa en y para sí. La tesis no puede tener este sentido, en cuanto ha sido enunciada dentro de la Crítica de la razón pura. Cosa significa tanto como: algo (Etwas), para ello dice también Kant: Objeto (Objekt) o Gegenstand (lo que está ahí enfrente). Tampoco dice Kant que la posición concierne a la cosa con todas sus determinaciones reales; dice más bien: simplemente la posición de la cosa o de ciertas determinaciones en sí mismas. Dejamos por ahora abierto cómo ha de interpretarse el giro “o de ciertas determinaciones”. Heideggeriana: KantSer