Una ANALÍTICA DEL DASEIN debe constituir, pues, la primera exigencia que plantea el desarrollo de la pregunta por el ser. Pero entonces el problema de la obtención y aseguramiento de la forma de acceso al Dasein se torna plenamente candente. Dicho de manera negativa: no se debe aplicar a este ente de un modo dogmático y constructivo una idea cualquiera de ser y realidad, por muy «obvia» que ella sea; ni se deben imponer al Dasein, sin previo examen ontológico, «categorías» bosquejadas a partir de tal idea. El modo de acceso y de interpretación debe ser escogido, por el contrario, de tal manera que este ente se pueda mostrar en sí mismo y desde sí mismo. Y esto quiere decir que el ente deberá mostrarse tal como es inmediata y regularmente, en su cotidianidad media. En esta cotidianidad no deberán sacarse a luz estructuras cualesquiera o accidentales, sino estructuras esenciales, que se mantengan en todo modo de ser del Dasein fáctico como determinantes de su ser. Es, pues, con referencia a la constitución fundamental de la cotidianidad del Dasein como se pondrá de relieve, en una etapa preparatoria, el ser de este ente. STJR §5
La ANALÍTICA DEL DASEIN así concebida está orientada por entero hacia la tarea de la elaboración de la pregunta por el ser, que le sirve de guía. Con esto se determinan también sus límites. Ella no puede pretender entregarnos una ontología completa del Dasein, como la que sin duda debiera elaborarse si se quisiera algo así como una antropología «filosófica» apoyada sobre bases filosóficamente suficientes. En la perspectiva de una posible antropología o de su fundamentación ontológica, la siguiente interpretación proporciona tan sólo algunos «fragmentos», que no son, sin embargo, inesenciales. Pero, el análisis del Dasein no sólo es incompleto, sino que, por lo pronto, también es provisional. En un primer momento se contentará con sacar a luz el ser de este ente, sin dar una interpretación de su sentido. En cambio, deberá preparar la puesta al descubierto del horizonte para la interpretación más originaria de ese ser. Una vez que haya sido alcanzado este horizonte, el análisis preparatorio del Dasein exigirá ser repetido sobre una base más alta, la propiamente ontológica. STJR §5
§ 9. El tema de la ANALÍTICA DEL DASEIN STJR §9
Todas las explicaciones [Explikate] que surgen de la ANALÍTICA DEL DASEIN se alcanzan mirando hacia su estructura de existencia. Y como estos caracteres de ser del Dasein se determinan desde la existencialidad, los llamamos existenciales. Se los debe distinguir rigurosamente de las determinaciones de ser del ente que no tiene la forma de ser del Dasein, a las que damos el nombre de categorías. Esta expresión se toma y mantiene en su significación ontológica primaria. Para la ontología antigua, el terreno ejemplar de la interpretación del ser es el ente que comparece dentro del mundo. La forma de acceso a él es el noein o, correlativamente, el logos. En ellos comparece el ente. Pero el ser de este ente debe ser captable en un legein (o hacer ver) eminente, de suerte que este ser se haga comprensible de antemano en lo que él es y como lo que ya está en todo ente. La previa referencia al ser en todo hablar (logos) que dice algo del ente es el kategoreisthai. Esta palabra significa, por lo pronto, acusar públicamente, decirle a alguien algo en la cara delante de todos. En su uso ontológico, el término quiere decir algo así como decirle al ente en su cara lo que él es ya siempre como ente, e.d. hacerlo ver a todos en su ser. Lo visto y visible en este ver son las kateogoriai. Ellas abarcan las determinaciones a priori del ente según las distintas maneras como es posible referirse a él y decir algo de él en el logos. Existenciales y categorías son las dos posibilidades fundamentales de los caracteres del ser. El respectivo ente exige ser primariamente interrogado en forma cada vez diferente: como quién (existencia) o como qué (estar-ahí, en el más amplio sentido). Sobre la conexión de ambas modalidades de los caracteres del ser sólo se podrá tratar una vez aclarado el horizonte de la pregunta por el ser. STJR §9
§ 10. Delimitación de la ANALÍTICA DEL DASEIN frente a la antropología, la psicología y la biología STJR §10
Pero, hasta ahora el conocimiento de los primitivos nos ha sido proporcionado por la etnología. Y ésta se mueve, ya desde la primera «recepción», selección y elaboración del material, en determinados conceptos previos e interpretaciones acerca de la existencia humana en general. Es cuestionable que la psicología común, e incluso la psicología y sociología científicas que el etnólogo lleva consigo, ofrezcan, desde el punto de vista científico, garantía para una justa posibilidad de acceso, y para una adecuada interpretación y comunicación de los fenómenos que es necesario investigar. También aquí se presenta la misma situación que en las disciplinas mencionadas anteriormente. La etnología misma presupone ya, como hilo conductor, una suficiente ANALÍTICA DEL DASEIN. Pero, como las ciencias positivas no «pueden» ni deben esperar el trabajo ontológico de la filosofía, la marcha de la investigación no tendrá el carácter de un «progreso», sino de una repetición y purificación que haga ontológicamente más transparente lo ónticamente descubierto. STJR §11
Ahora bien, estas determinaciones de ser del Dasein deben ser vistas y comprendidas a priori sobre la base de la constitución de ser que nosotros llamamos el estar-en-el-mundo. El punto de partida adecuado para la ANALÍTICA DEL DASEIN consiste en la interpretación de esta estructura. STJR §12
El decir, hoy tan frecuente, de que «el hombre tiene su mundo circundante» no significará ontológicamente nada mientras este «tener» permanezca indeterminado. Por lo que respecta a su posibilidad, el «tener» está fundado en la constitución existencial del estar-en. Como ente que es esencialmente de esta manera, el Dasein puede descubrir en forma explícita el ente que comparece en el mundo circundante, saber de él, disponer de él, tener un «mundo». La locución ónticamente trivial de «tener un mundo circundante» es un problema desde el punto de vista ontológico. Para resolverlo es necesario determinar de antemano de una manera ontológicamente suficiente el ser del Dasein. Si en la biología – sobre todo, nuevamente, después de K.E. von Baer – se hace uso de esta estructura de ser, no por ello debe juzgarse como «biologismo» el uso filosófico de la misma. Porque tampoco la biología puede jamás, en cuanto ciencia positiva, encontrar ni determinar esta estructura – tiene que presuponerla y hacer constante uso de ella. Pero la estructura misma no puede ser explicitada filosóficamente, incluso como un apriori del objeto temático de la biología, si ella no ha sido previamente comprendida como estructura del Dasein. Sólo orientándose por la estructura ontológica así comprendida, se puede delimitar a priori, por vía de privación, la estructura ontológica de la «vida». El estar-en-el-mundo en cuanto ocupación tiene tanto óntica como ontológicamente la primacía. En la ANALÍTICA DEL DASEIN esta estructura encuentra su interpretación fundamentante. STJR §12
«Mundaneidad» es un concepto ontológico que se refiere a la estructura de un momento constitutivo del estar-en-el-mundo. Ahora bien, el estar-en-el-mundo se nos ha manifestado como una determinación existencial del Dasein. Según esto, la mundaneidad misma es un existencial. Cuando preguntamos por el «mundo» desde un punto de vista ontológico, no abandonamos de ningún modo el campo temático de la ANALÍTICA DEL DASEIN. Ontológicamente el «mundo» no es una determinación de aquel ente que por esencia no es el Dasein, sino un carácter del Dasein mismo. Lo cual no excluye que el camino de la investigación del fenómeno «mundo» deba pasar por el ente intramundano y por su ser. La tarea de una «descripción» fenomenológica del mundo es tan poco evidente, que ya la sola adecuada precisión de la misma demanda esenciales aclaraciones ontológicas. STJR §14
Una mirada a la ontología usual muestra que, junto con haber errado la constitución del Dasein que es el estar-en-el-mundo, se ha pasado por alto el fenómeno de la mundaneidad. En reemplazo suyo, se intenta interpretar el mundo a partir del ser del ente que está-ahí dentro del mundo y que, además, por lo pronto no está en absoluto descubierto, es decir, a partir de la naturaleza. La naturaleza – comprendida en sentido ontológico-categorial – es un caso límite del ser del posible ente intramundano. El Dasein sólo puede descubrir al ente como naturaleza, en este sentido, en un modo determinado de su estar-en-el-mundo. Este conocimiento tiene el carácter de una determinada desmundanización del mundo. La «naturaleza», como concepto categorial global de las estructuras de ser de un determinado ente que comparece dentro del mundo, jamás puede hacer comprensible la mundaneidad. Asimismo, el fenómeno de la «naturaleza», tomado por ej. en el sentido del concepto de naturaleza del romanticismo, sólo es ontológicamente comprensible desde el concepto de mundo, es decir, desde la ANALÍTICA DEL DASEIN. STJR §14
Hemos indicado ya (§ 14) que el pasar por alto el mundo y el ente que primero comparece no es algo casual, ni un error fácilmente reparable, sino que se funda en un esencial modo de ser del Dasein mismo. Cuando la ANALÍTICA DEL DASEIN haya hecho transparentes aquellas estructuras fundamentales del Dasein que son las más importantes dentro de los límites de esta problemática, cuando se le haya asignado al concepto de ser en general el horizonte de su posible comprensibilidad, y de esta manera logren hacerse ontológicamente comprensibles de un modo originario el estar-a-la-mano y el estar-ahí, sólo entonces la crítica que hemos hecho a la ontología cartesiana del mundo, ontología que es fundamentalmente la usual todavía hoy, podrá ser filosóficamente legitimada. STJR §21
Los intentos hechos para aprehender la «esencia del lenguaje» se han orientado siempre hacia alguno de estos momentos, concibiendo el lenguaje al hilo de la idea de «expresión», de «forma simbólica», de comunicación declarativa, de «manifestación» de vivencias o de «configuraciones» de vida. Sin embargo, para una definición plenamente satisfactoria del lenguaje no se ganaría nada con reunir en forma sincretística estas múltiples determinaciones parciales. Lo decisivo es elaborar previamente, por medio de la ANALÍTICA DEL DASEIN, la totalidad ontológico-existencial de la estructura del discurso. STJR §34
La ANALÍTICA DEL DASEIN que se interna hasta el fenómeno del cuidado debe preparar la problemática ontológico-fundamental, es decir, la pregunta por el sentido del ser en general. Con el fin de orientar explícitamente nuestra mirada en esa dirección, partiendo de lo hasta ahora logrado y yendo más allá del problema particular de una antropología existencial a priori, será necesario volver a examinar más a fondo aquellos fenómenos que se hallan en estrecha conexión con la pregunta que nos guía, la pregunta por el ser. Esos fenómenos son, en primer lugar, los modos de ser explicitados hasta ahora – el estar a la mano y el estar-ahí – que determinan al ente intramundano de carácter diferente al del Dasein. Puesto que hasta hoy la problemática ontológica ha comprendido el ser primariamente en el sentido del estar-ahí («realidad», realidad del «mundo»), y ha dejado sin determinar ontológicamente el ser del Dasein, será menester que sometamos a examen la conexión ontológica entre cuidado, mundaneidad, estar a la mano y estar-ahí (realidad). Esto conducirá a una determinación más precisa del concepto de realidad, dentro del contexto de una discusión de los planteamientos epistemológicos, orientados por esta idea, del realismo e idealismo. STJR §39
Por este motivo, no sólo la ANALÍTICA DEL DASEIN, sino también la elaboración de la pregunta por el sentido del ser en general, deben ser arrancadas de su unilateral orientación por el ser en el sentido de realidad. Es necesario demostrar que la realidad no sólo es un modo de ser entre otros, sino que ontológicamente se halla en una determinada conexión de fundamentación con el Dasein, el mundo y el estar a la mano. Esta demostración demanda una discusión a fondo del problema de la realidad, de sus condiciones y límites. STJR §43
La recién caracterizada dependencia del ser – no de los entes – respecto de la comprensión del ser, es decir, la dependencia de la realidad – no de lo real – respecto del cuidado, preserva la ulterior ANALÍTICA DEL DASEIN de una interpretación no crítica, aunque siempre asediante, en la que el Dasein es comprendido siguiendo el hilo conductor de la idea de realidad. Tan sólo la orientación en la existencialidad ontológicamente interpretada en forma positiva ofrece la garantía de que en el curso efectivo del análisis de la «conciencia» o de la «vida», no se deslice subrepticiamente un sentido de realidad, aunque sólo fuere indiferente. STJR §43
Pero si la verdad está con pleno derecho en una conexión originaria con el ser, entonces el fenómeno de la verdad entra en el ámbito de la problemática de la ontología fundamental. Pero entonces, ¿no tendrá que comparecer este fenómeno también en la etapa preparatoria del análisis fundamental de la ANALÍTICA DEL DASEIN? ¿En qué conexión óntico-ontológica está la «verdad» con el Dasein y con esa determinación óntica del Dasein que nosotros llamamos comprensión del ser? ¿Es posible mostrar, a partir de la comprensión del ser, la razón por la cual el ser va necesariamente junto con la verdad, y ésta con aquél? STJR §44
Si la resolución en cuanto propia tiende a la modalidad definida por el adelantarse, y si el adelantarse constituye el modo propio del poder-estar-entero del Dasein, entonces en la resolución existentivamente atestiguada está coatestiguado también un modo propio del poder-estar-entero del Dasein. La pregunta por el poder-estar-entero es una pregunta fáctico-existentiva. El Dasein la responde en tanto que resuelto. La pregunta por el poder-estar-entero del Dasein ha perdido ahora completamente el carácter que mostraba en un comienzo, cuando pudo parecer una mera pregunta teorética y metodológica de la ANALÍTICA DEL DASEIN, surgida del esfuerzo por lograr un pleno «darse» del Dasein entero. La pregunta por la integridad del Dasein, que en un comienzo sólo fue debatida desde un punto de vista metódico-ontológico, era legítima, pero lo era tan sólo porque su fundamento remonta a una posibilidad óntica del Dasein. STJR §62
El camino recorrido hasta aquí por la ANALÍTICA DEL DASEIN se ha convertido en la demostración concreta de la tesis que al comienzo quedó tan sólo formulada: el ente que somos nosotros mismos es ontológicamente el más lejano. La razón de esto se encuentra en el cuidado mismo. El cadente estar en medio de aquellas cosas del «mundo» que son objeto inmediato de ocupación guía la interpretación cotidiana del Dasein y encubre ónticamente el modo propio de su ser, privando a la ontología orientada hacia este ente de su base adecuada. Por eso, aunque usualmente la ontología se deja guiar por la interpretación cotidiana del Dasein, la forma originaria en que este ente se da como fenómeno no es en absoluto obvia. La puesta al descubierto del ser originario del Dasein debe conquistarse para éste yendo en contra de la tendencia interpretativa óntico-ontológica propia de la caída. STJR §63
Sólo a partir del enraizamiento del Dasein en la temporeidad se hace visible la posibilidad existencial del fenómeno que al comienzo de la ANALÍTICA DEL DASEIN fue presentado como estructura fundamental de este ente: el estar-en-el-mundo. En un comienzo era necesario asegurar la indisoluble unidad estructural de este fenómeno. La pregunta por el fundamento que hace posible la unidad de esta estructura articulada quedó relegada a segundo plano. Con el propósito de defender este fenómeno frente a las muy naturales y por lo mismo fatalísimas tendencias que llevan a desintegrarlo, se interpretó con mayor detención el modo inmediatamente cotidiano del estar-en-el-mundo, el estar en medio de lo intramundanamente a la mano ocupándose de ello. Ahora que el cuidado mismo ha sido ontológicamente determinado y reconducido a su fundamento existencial, la temporeidad, el ocuparse puede, por su parte, ser concebido explícitamente a partir del cuidado y, por consiguiente, a partir de la temporeidad. STJR §69