El adjetivo jeweilig significa «cada vez», «correspondiente», «en cada caso» y, en la medida en que evoca el griego hékastos, también cabría traducirlo como «respectivo». Sin embargo, con estos términos se pierde de vista la dimensión temporal vinculada a la raíz Weile (instante, momento). El sentido de Weile, por cierto, se halla muy próximo al kairós griego, al instante oportuno, a la ocasión propicia, al momento adecuado. Por ello, traducimos jeweilig preferentemente por «en cada ocasión» con el fin de conservar ese carácter temporal, de resaltar la unicidad y la particularidad de cada situación concreta. Por otro lado, el prefijo je – que inunda por doquier todas las lecciones del joven Heidegger – indica que una estructura formal (como, por ejemplo, el ser-en-el-mundo, la caída, el uno o el ser-con-otros) tiene que realizarse en cada caso, debe desplegarse cada vez, se ha de ejecutar en cada ocasión de una manera diferente. En otras palabras, la estructura formal muestra un sentido particular que depende del modo y de las circunstancias en las que se actualiza en cada situación concreta. (Escudero, InformeNatorp, nota 6)
perdura, demora (EssaisConf)