Vorgang, de vorgehen, “prosseguir, continuar, suceder”, é “algo que muda, que evolui, um processo. O plural é empregado a partir de uma série de eventos vaga e indefinida. Assim, contrasta com o termo específico Ereignis” (DGS, 111). (DH)
Vorgang (der): «proceso». Uno más de los muchos conceptos elaborados por el joven Heidegger, en este caso en su controversia con la fenomenología de Husserl en torno a cuál es el modo correcto de acceder al ámbito de las vivencias inmediatas del mundo circundante. Como se señala en las entradas Als-was y Bedeutung (die), Bedeutsamkeit (die), bedeuten, bedeutsam, Heidegger apuesta por el método hermenéutico de la comprensión en clara oposición al método fenomenológico de la observación. En otras palabras, hay dos posibles maneras de aproximarse al ámbito de donación inmediata de las cosas: por un lado, podemos adoptar la actitud teorético-reflexiva de Husserl y, por otro, podemos apostar por la actitud ateorético-prerreflexiva de Heidegger. Pues bien, dependiendo del tipo de actitud por el que nos inclinemos, las vivencias (Erlebnisse) de la vida humana se nos darán bien como un proceso (Vorgang) bien como una apropiación (Ereignis). De nuevo, hay que recurrir a las fecundas lecciones del semestre de posguerra de 1919 para apreciar la diferencia entre una y otra forma de manifestación fenomenológica de la esfera de las vivencias. En el caso de la apropiación (Ereignis), que, por cierto, aqui no tiene nada que ver con el «acontecimiento apropiador» del que se habla, por ejemplo, en la conferencia «Tiempo y ser», nos sumergimos instantânea y arreflexivamente en el mundo de la vida, sintonizamos de un modo empático con las vivencias que se dan en él y nos hallamos familiarmente inmersos en la corriente significativa del mundo circundante que uno ya siempre precomprende en cada caso de alguna manera. Por su parte, el proceso (Vorgang) responde a un procedimiento objetivante que contempla las vivencias de una forma neutra y distante, esto es, desvinculadas del yo fáctico que vive, desgajadas del yo histórico que experimenta, separadas artificialmente del yo histórico (cf. GA56/57: §§ 14 y 15). El diccionario de Maria Moliner también se hace eco de este efecto distanciador implícito en el verbo «proceder» que arranca «del latín procedere, pasar delante o adelante». Desde el punto de vista epistemológico, las cosas desfilan ante la conciencia que las observa y esquematiza. En ocasiones, Heidegger intercala un guión en el término Vorgang precisamente para reforzar este sentido distanciador, objetivante. Esta comprensión aséptica y naturalizada de la vida trae consigo un fenómeno de desvivimiento (Entlebung), de deshistorización (Entgeschichtlichung) y desmundanización (Entweltlichung), que Heidegger rechaza con vehemencia. La filosofía se define desde ese momento como ciencia originaria de la vida (Urwissenschaft des Lebens) y su tarea consiste en elaborar un análisis hermenéutico-fenomenológico de la vida preteorética, esto es, desarrollar una ontología fenomenológica de la vida capaz de mostrar las estructuras constitutivas de la vida fáctica. Véase la entrada Ereignis (das). (GA56/57, pp. 74 (desvitalización), 75 (? apropiación), 78, 84, 90 (proceso privación de vida), 91 (proceso de teoretización), 106, 112, 113-114 (privación de vida), 117 (proceso de apropiación de las vivencias: intuición hermenéutica).) (LHDF)
El giro, ante todo, no es un suceso (Vorgang) en el pensar que pregunta; ella pertenece al estado-de-cosas mencionado por los títulos “Ser y Tiempo”, “Tiempo y Ser”. Por eso, en el pasaje citado se dice: “Aquí el todo (das Ganze) se invierte (kehrt sich um)”. “El todo” — esto quiere decir: el estado-de-cosas de “Ser y Tiempo”, de “Tiempo y Ser”. El giro juega en el estado-de-cosas mismo. Ni ha sido inventado por mí, ni atañe sólo a mi pensar. Hasta hoy no he conocido ningún intento que haya repensado o disquirido críticamente este estado-de-cosas. En lugar del infundado e interminable parloteo sobre el “giro”, sería más aconsejable y fructuoso aventurarse antes y de una vez en el mencionado estado-de-cosas. Si no se lo quiere hacer, hay que atenerse entonces a demostrar que la pregunta del ser desplegada en Ser y Tiempo es injustificada, superflua e imposible. Y es obvio que a una crítica de Ser y Tiempo que de este modo se incoase habría ante todo que ponerla en pie. Heideggeriana: CartaPrologo