JASPERS

Pues bien, en lo que se refiere a título para designar esa región de ser y en lo que se refiere a deslinde mediante el que se la señala como la propia, hemos evitado y evitaremos las expresiones exsistencia humana, o ser hombre. El concepto de hombre, en cada una de las acuñaciones categoriales legadas por la tradición, nos cierra en principio el paso a aquello que queremos poner a la vista como facticidad. La pregunta qué es el hombre se distorsiona ella misma a sí misma la mirada para aquello que propiamente quiere, sustituyéndolo por un objeto que le es extraño (que es extraño a esa pregunta y a esa mirada)(cfr. Jaspers). Heideggeriana: GA63

9. Existencia en el sentido de Kierkegaard, sólo que sin la esencial referencia a la fe cristiana, al ser cristiano. Ser sí mismo como personalidad a partir de la comunicación con otros. Existencia en relación con la «trascendencia» (K. Jaspers). Heideggeriana: HistoriaSer

3. La asunción del concepto de existencia kierkegaardiano en la «filosofia de la existencia» (K. Jaspers). Existencia: ser sí mismo-comunicación-metafisica. Heideggeriana: HistoriaSer

Durante la guerra se preparó la publicación de una serie de exposiciones sobre las ciencias del espíritu en Alemania. La sección «Filosofía sistemática» estaba dirigida por Nicolai Hartmann. Con el fin de planificar esta empresa tuvo lugar en Berlín un encuentro de tres días, al cual fueron invitados todos los profesores de Filosofía, excepto Jaspers y yo. No servíamos, porque, en el contexto de esta publicación, se había planificado un ataque contra la «filosofía de la existencia», que luego, además, se llevó efectivamente a cabo. Heideggeriana: RepensandoReitorado

SPIEGEL: Durante largo tiempo fue Vd. amigo de Karl Jaspers. Después de 1933 empezó a enturbiarse esta relación. Se dice que este enturbiamiento guarda relación con el hecho de que la mujer de Jaspers era judía. ¿Puede Vd. decir algo sobre esto? Heideggeriana: DerSpiegel

HEIDEGGER: Eso que Vd. dice es mentira. Era amigo de Karl Jaspers desde 1919. Les visité, a él y a su mujer, en el verano de 1933 en Heidelberg. Entre 1934 y 1938 me envió todas sus publicaciones «con un cordial saludo». Aquí las tiene. Heideggeriana: DerSpiegel