Verfallensein

Verfallensein, être-échu, dévalement, falling prey, decadência, estar-caído

Si queremos captar ontológicamente la totalidad del todo estructural, deberemos preguntar en primer lugar: el fenómeno de la angustia y lo abierto en ella ¿es capaz de dar, en forma fenoménicamente cooriginaria, el todo del Dasein de modo tal que la mirada que busca la totalidad pueda encontrar su cumplimiento en lo así dado? El conjunto de lo que allí se encuentra puede ser resumido en la siguiente enumeración formal: el angustiarse, en cuanto disposición afectiva, es una manera de estar-en-el-mundo; el ante-qué de la angustia es el estar-en-el-mundo en condición de arrojado; aquello por lo que la angustia se angustia es el poder-estar-en-el-mundo. Por consiguiente, el fenómeno de la angustia tomado en su totalidad muestra al Dasein como un estar-en-el-mundo fácticamente existente. Los caracteres ontológicos fundamentales de este ente son la existencialidad, la facticidad y el estar-caído1. Estas determinaciones existenciales no son partes de un compositum al que pudiera alguna vez faltarle una de ellas, sino que conforman una trama originaria que constituye la totalidad del todo estructural que se busca. En la unidad de dichas determinaciones del ser del Dasein, este ser puede ser aprehendido en cuanto tal. ¿Cómo deberá caracterizarse esta unidad? (SZ:191; STRivera:209)


VIDE: (Verfallensein->http://hyperlexikon.hyperlogos.info/modules/lexikon/search.php?option=1&term=Verfallensein)

être-échu (EtreTemps)

VIDE Verfallen


  1. NT: «estar-caído»: en alemán, Verfallensein. Podría sorprender el que Heidegger nombre como tercer carácter ontológico fundamental del Dasein el «estar-caído». En efecto, la existencialidad se refiere al anticiparse del Dasein en sus posibilidades, la facticidad mienta la condición de arrojado que es propia del Dasein. Lo normal habría sido nombrar como tercer carácter ontológico fundamental el estar en medio de los entes. Heidegger, en cambio, nombra la caída. Esto le ha sido objetado por algunos comentaristas. Pero se podría defender el modo de proceder de Heidegger por el hecho de que la caída representa el modo normal y habitual como el Dasein está en medio de los entes: la caída, en cierto modo, atañe ante todo al estar en medio de los entes, entiéndase: estar con los demás Dasein sumergido en el «mundo» de los quehaceres inmediatos, es decir, absorto en el presente.