El desistir está presente en el ser mismo, pero en ningún caso en el Dasein del hombre cuando éste es pensado como subjetividad del ego cogito. El Dasein no desiste en la medida en que el hombre, como sujeto, lleva a cabo el desistimiento en el sentido del rechazo, sino que el ser-aquí desiste en la medida en que por ser la esencia en la que el hombre ex-siste, él mismo pertenece a la esencia del ser. El ser desiste… en cuanto ser. Por eso, en el idealismo absoluto de Hegel y Schelling aparece el no de la nada en cuanto negatividad de la negación en la esencia del ser. Ahora bien, éste está pensado allí en el sentido de la realidad absoluta, comprendida como voluntad incondicionada que se quiere a sí misma en calidad de voluntad de saber y de amor. En esta voluntad se esconde también el ser como voluntad de poder. Lo que no podemos entrar a debatir aquí es por qué sin embargo la negatividad de la subjetividad absoluta es de tipo “dialéctico” y por qué por medio de la dialéctica emerge en primer plano el desistir, pero al mismo tiempo permanece velado en su esencia. Heideggeriana: CartaH
Pero en cuanto tal condición, el ser no puede estar condicionado por un ente, es decir por algo que es él mismo aún condicionado, sino sólo por sí mismo. Sólo como autolegislación incondicionada, el representar, es decir la razón en la plenitud dominada y completamente desplegada de su esencia, es el ser de todo ente. Ahora bien, la autolegislación caracteriza a la “voluntad”, en la medida en que su esencia se determina en el horizonte de la razón pura. La razón, en cuanto representar que apetece, es en sí misma al mismo tiempo voluntad. La subjetividad incondicionado de la razón es volitivo saber de sí mismo. Esto quiere decir: la razón es espíritu absoluto. En cuanto tal, la razón es la realidad absoluta de lo real, el ser del ente. Ella misma sólo es en el modo del ser dispuesto por ella, llevándose a sí misma al aparecer en todos los grados para ella esenciales del representar que se apetece. Heideggeriana: MetafisicaNietzsche
9. La esencia del que-es (realidad efectiva), que queda en la obviedad, permite finalmente la equiparación de la certeza incondicionada con la realidad absoluta. Heideggeriana: HistoriaSer
7. La certeza incondicionada de la voluntad que se sabe a sí misma como realidad absoluta (espíritu, amor). Heideggeriana: HistoriaSer
¿Por qué esta Metafísica es sólo el comienzo del acabamiento y no el acabamiento mismo? ¿La certeza incondicionada no ha llegado a sí misma como realidad absoluta? ¿Hay aquí todavía una posibilidad de ir más allá de sí mismo? Sin duda que no. Pero la posibilidad de la entrada incondicionada en sí como voluntad de la vida aún no se ha cumplimentado. Todavía no ha aparecido la voluntad como voluntad de voluntad en la realidad que ella misma se ha preparado. De ahí que la Metafísica aún no se haya cumplimentado con la Metafísica absoluta del espíritu. Heideggeriana: SM