El espacio del proyecto físico-técnico – cual sea su determinación – ¿puede tener la validez de único y verdadero espacio? Comparados con él los espacios adjuntos – el espacio del arte, el espacio de la vida cotidiana, con sus acciones y sus desplazamientos – ¿son tan sólo formas primigenias y transformaciones subjetivamente condicionadas a la objetividad de un solo espacio cósmico? Heideggeriana: ArteEspacio
El espacio – en donde se puede hallar la forma plástica como espacio dado; el espacio, que encierra los volúmenes de la figura; el espacio existente como vacío – ¿no son siempre estos tres espacios, en la unidad de su interacción tan sólo derivación del espacio físico-técnico, así bien las dimensiones matemáticas no debieran intervenir en la configuración artística? Aceptado que el arte sea la puesta en obra de la verdad, y que ésta signifique el no ocultamiento del ser, ¿no será preciso que en la obra de arte constructiva, sea el espacio verdadero, que al abrirse en lo que tiene de propio, nos da la medida? ¿Cómo encontrar la mismidad del espacio? Hay una senda, realmente estrecha, oscilante. Percibirla en la lengua nos es dado. ¿De qué nos habla en la palabra espacio? En ella habla el espaciar. Heideggeriana: ArteEspacio
En el espaciar se manifiesta y se encierra un acontecer. Carácter éste del espaciar fácilmente desatendido. Y cuando es percibido, aún es difícil determinarlo, ante todo porque el espacio físico-técnico sigue siendo el espacio al cual toda denotación sobre lo espacial debe primeramente referirse. Heideggeriana: ArteEspacio
En este caso estaríamos obligados a aceptar por largo tiempo un insólito hecho: el sitio no se halla en el interior de un espacio ya dado, según el modo de espacio físico-técnico. Este sólo se despliega desde el encuentro de los sitios de un paraje. Heideggeriana: ArteEspacio