GA64 – disposição
Befindlichkeit
El estar-«ahí» propio del estar-en se manifiesta como un carácter fundamental del Dasein: la disposición afectiva. II
En la disposición afectiva el Dasein es puesto al descubierto para sí mismo, y precisamente siempre según su respectivo estar=en=el=mundo. II
La disposición afectiva no es una experiencia de vivencias internas, pero tampoco debe interpretarse en términos de una aprehensión teorética. II
De hecho, esto último no representa más que una merma de la capacidad desveladora que caracteriza a la disposición afectiva entendida como un estar-dispuesto. II
La disposición afectiva mantiene la plena situación en la que se encuentra en cada caso el Dasein en el ahí, aun cuando la transparencia del Dasein sea en cada caso diferente. II
La disposición afectiva no tiene absolutamente nada que ver con una aprehensión teorética y no debe medirse nunca según la evidencia de este tipo de aprehensión. II
La disposición afectiva no sólo no es un «dirigirse a» en actitud teorética y perceptiva, sino que en general desconoce el momento estructural del «dirigirse a». II
La disposición afectiva es la situación en la que es puesto en cada caso el estar-en y hace explícito el ahí en el que se encuentra el Dasein. II
Lo que se conoce como afectos, lo que se subdivide en vivencias y facultades de segunda o tercera clase y se atribuye al pensamiento cognoscitivo, lo que también se interpreta como «opinión de», todo esto debe comprenderse a partir del estardescubierto en cuanto disposición afectiva. II
La publicidad custodia en sí la indicación a una determinada forma de dejar comparecer el mundo, así como a una cierta y habitual disposición afectiva del Dasein. II
La determinación del estar-en público y de la disposición afectiva pública muestra el modo de ser más inmediato del estar-descubierto. II
Puesto que la interpretación pone a disposición algo en su «en cuanto esto o aquello», encontramos que ella puede encubrir en el modo de comunicación de la habladuría, por el solo hecho del estardicho-a-otros, aquello que supuestamente debería manifestarse gracias a la interpretación misma. II
El respectivo Dasein no sólo se ha entregado al «uno», sino que se oculta a sí mismo la disposición afectiva. II
El Dasein puede ejercer el modo de ser del encubrimiento sólo porque posee la constitución fundamental del estar-descubierto (del estar-en que se funda en la disposición afectiva). II
El conocer es una modalidad fundamental del estar-en; en cuanto tal se mantiene en el hablar y en una respectiva disposición afectiva. II
La angustia es la disposición afectiva que caracteriza a este no=estar=más=en=casa. II
Sin ambargo, el Dasein es su más propio «que es» en el modo de ser de la disposición afectiva y de sus posibilidades. II
La tranquilizadora y alienante interpretación que se ofrece de la muerte y la correspondiente disposición afectiva de la indiferencia ante ella dejan ver los caracteres fundamentales del ser de la muerte: la certeza de la muerte, que como tal permanece en la indeterminación. III
Pero en la medida en que la disposición afectiva y el estado interpretativo de la muerte definen la constitución fundamental del estar-en, el Dasein cotidiano –en el modo de ser de la huida ante sí– es su muerte. III
Este ser, en cuanto modo de ser del Dasein, está determinado por la disposición afectiva y la interpretación. III
La resolución se mantiene en cuanto estar-descubierto en la correspondiente disposición afectiva de la angustia serena. III
Las diferentes longitudes de la sombra durante el día están a disposición para poder ser determinadas; pueden medirse en pasos. III
El conocimiento de la física es un estar=en=el=mundo que procura revelar el mundo según su estar constante y regularmente ahí presente, además de poner a disposición el mundo así descubierto por medio de resultados científicos. III
También aquí el número tiene el sentido metódico del presentar; frente a otros tiempos, el número tiene que poner a disposición de la consideración presentante «un tiempo» en la diversidad de su haber-sido. IV
El ser-histórico propio no es presentar, sino ser-futuro que es puesto en la correcta disposición de recibir un impulso del pasado que hay que abrir. IV
