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GA64:87-91 – Ausgelegtheit

Arriba se interpretó el estar-en (Insein) de la ocupación en lo que respecta a su ser-temporal como un presentar que está a la espera (gewartigendes Gegenwartigen). Pero el interpretar (Auslegen) –esto es, el modo=de=apropiación= realización de la apertura del mundo y del estar-en– pasó inadvertido por lo que hace a su ser-temporal (Zeitlichseins). El nombrar interpretativamente a algo como algo expresa lo que comparece desde una familiaridad más o menos explícita: como herramienta, como apropiado para, etcétera. Estos «como algo» (als was), a partir de los cuales se interpreta el mundo circundante (Umwelt) y la ocupación (Besorgen) absorbida en él, regularmente no son descubiertos por primera vez por el respectivo Dasein. El Dasein, en cuanto convivencia (Miteinandersein), ha nacido y crecido en este permanente estado interpretativo. El estado interpretativo público del Dasein guía el respectivo hablar sobre algo. En efecto, el estado interpretativo es el estado interpretativo de «un tiempo», de «una época». Lo que en «nuestro tiempo» se piensa sobre…, a qué posibilidades del Dasein se da preferencia, cómo se concibe el Dasein mismo, lo que «flota en el ambiente», todo esto determina por término medio las pretensiones, las necesidades y las empresas del Dasein. Este «tiempo» mismo, el presente de un colectivo, está articulado «temporalmente». En la mayoría de los casos la «vieja generación» (alte Generation) ya «no alcanza a comprender» los modos individuales de existencia. Para la vieja generación las reglas emanan de las costumbres de «su tiempo» – es decir, de la época en que estaba creciendo la generación «intermedia», que ya empezaba a sacudirse el estado interpretativo dominante para acabar imponiéndose como generación intermedia y dirigente. Pero en la medida en que este ser-temporal característico de la convivencia se funda en el Dasein mismo en cuanto ser-posible (Moglichsein), los individuos de la vieja generación pueden estar incluso muy «por delante» de la generación más joven.

El respectivo Dasein es al mismo tiempo siempre una generación. Con la generación misma, por tanto, el Dasein está precedido por un determinado estado interpretativo. Y lo que se conserva en este estado interpretativo procede, a su vez, de confrontaciones anteriores, de interpretaciones anteriores, de ocupaciones pasadas. Esto vale justamente para aquello que se mantiene firme en las diferencias que existen entre las generaciones individuales de un presente. Aquello que se mantiene de generación en generación se remonta a su origen en el pasado, pero sigue vigente en el hoy de tal manera que resulta obvio en su dominio y olvidado en su haber-sido (Vergangenheit). En el estado interpretativo que guía la convivencia descansa un pasado que se olvida como tal. En la medida en que el Dasein vive de este pasado (cuidado), el Dasein es este pasado mismo. Este estado interpretativo ya ha decidido en cada caso qué hay que cultivar y qué hay que tratar en las diferentes posibilidades de la ocupación (la materia de la poesía, los temas del arte figurativo, los ámbitos de investigación de las disciplinas científicas). La ocupación interpretativa tiene su firme haber-previo (Vorhabe). Al mismo tiempo, sin embargo, está determinado desde qué perspectiva se enfoca, por decirlo así, lo que en cada caso está contenido en el haber-previo. Las posibilidades (Moglichkeiten) de la «visión» (Sicht) se mantienen dentro de unos límites trazados previamente. El interpretar tiene su manera previa de ver. El mundo de la ocupación y el estar-en mismo se interpretan al mismo tiempo en el horizonte de una determinada comprensibilidad. «Hasta cierto punto» uno ya suelo preguntarse por el mundo y la vida en él. Para ello se dispone de una conceptualidad (Begrifflichkeit) heredada. Por medio de esta conceptualidad el interpretar tiene su manera previa de entender. El estado interpretativo de una «época» está firmemente regulado por estos momentos estructurales y por su forma cambiante. Y precisamente la inexpresabilidad de esos momentos –es decir, el hecho de que no se sabe nada de ellos– confiere al estado interpretativo público el carácter de la obviedad. El carácter del «pre» constitutivo de la estructura del estado interpretativo muestra que precisamente lo sido, por decirlo así, rebasa el presente dominado por un estado interpretativo. En cuanto guiada por el estado interpretativo, la ocupación que está a la espera vive su pasado. De esta manera, justamente en su convivencia más inmediata con los otros, el Dasein es su haber-sido. Semejante ser-temporal tiene que el presente. Este ser se manifiesta como el implícito y elemental ser-histórico del Dasein. Pero en la medida en que el presentar constituye el ser-temporal impropio, podemos decir que este ser-histórico es impropio en el contexto del «uno».

Este ser-histórico impropio y absorbido en la publicidad (Offentlichkeit) puede hacerse explícito para el Dasein de maneras cada vez distintas. La ocupación puede poner de manifiesto este haber-sido, porque el ser-pasado de la convivencia está ya inadvertidamente implicado en el estado interpretativo propio del presente. El pasado puede ser expresamente objeto del cuidado. El Dasein atiende al pasado –tiene tradición–. Se tiene cuidado de no-olvidar lo sido, y se precisa de este cuidado expreso, porque el Dasein –entendido como un presentar que está a la espera– encierra en sí la inclinación a olvidar. El tener=tradición es por lo pronto un hacer presente el pasado, donde el pasado se comprende como un presente pasado . En la tradición, lo irrecuperable –que es como se entiende el pasado– debe permanecer en la medida de lo posible conservado para el presente. El cuidado por conservar la tradición se puede convertir en una tarea autónoma. El Dasein que interpreta anda detrás de su pasado, y en semejante interpretar se abre lo sido, poniéndolo al descubierto más allá de lo que en cada caso está presente en la tradición. Este interpretar ve el pasado inmediatamente en el horizonte que tiene disponible en su propio presente. El interpretar cotidiano comprende al Dasein a partir del mundo del que se ocupa. El Dasein pasado es interrogado con respecto a su mundo, con respecto a aquello que se hizo entonces y con respecto a aquello que aconteció en el mundo circundante de la vida pasada. El pasado se convierte en tema de interpretación como historia del mundo. El Dasein, que en sí mismo es histórico, puede abrazar la posibilidad de ser historiográfico. Terminológicamente contrapuesto al concepto de historicidad, el concepto de ser=historiográfico se entiende con arreglo al significado fundamental de ίστορεῖν = «explorar»: el des=cubrir, que explícitamente vive en cada caso en un ser-histórico, de lo pasado para un presente. (GA64ES:IV)

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