El precursar asume el haber-pasado como posibilidad propia de cada instante, como lo ahora cierto. El ser-futuro, como posibilidad del Dasein en cuanto eventual, da tiempo, porque es el tiempo mismo. Así se hace visible a la vez que la pregunta por el cuánto del tiempo, el cuán largo y el cuándo, en tanto que la futuridad (Zukünftigkeit) es propiamente el tiempo, es una pregunta que tiene que permanecer inadecuada al tiempo. Sólo si digo que el tiempo no tiene propiamente tiempo para calcular el tiempo, (profiero), entonces, un enunciado adecuado. Heideggeriana: BZ