be-dingt

Para hablar son necesarios los hablantes, pero no solamente en el sentido de que una causa tiene un efecto. Los hablantes vienen a ser presentes en el hablar. ¿Hacia dónde vienen a ser presentes? Hacia aquello con lo que hablan; cerca de lo cual demoran como aquello que, cada vez, les concierne. Éstos son, a su manera, los demás hombres y las cosas, es todo aquello que condiciona (be-dingt), a éstos y da su temple (be-stimmt) a aquéllos. A todo esto se dirige cada vez de entrada, de un modo como de otro, la palabra; aquello a lo que se dirige la palabra se pone en discusión y se somete a debate y es hablado de modo que los hablantes se hablan los unos a los otros y con los otros, los unos con los otros y consigo mismos. Así y todo, lo hablado permanece multifacético. Con frecuencia, es solamente lo pronunciado lo que, o bien se esfuma rápidamente o bien se conserva de algún modo. Lo que se habla puede haber pasado pero puede también, desde hace tiempo, haber llegado al hombre como palabra destinada (das Zugesprochene). 1607 Heideggeriana: CaminhoLinguagem

No son todos ni los muchos los mortales llamados, tan sólo «algunos», aquellos que andan por oscuros senderos. Estos mortales pueden soportar el morir en tanto que viaje hacia la muerte. Pues en ella se reúne la más alta ocultación del ser. La muerte ha adelantado ya a todo morir. Aquellos «en el caminar» deben todavía hacerse con casa y mesa en lo oscuro de sus senderos, no sólo y ni siquiera primero para ellos mismos, sino para los muchos; pues éstos creen que, meramente instalados en sus casas y sentados a sus mesas, están ya aprovisionados y condicionados (… Schon von den Dingen be-dingt) por las cosas y han alcanzado la sede del habitar. 1838 Heideggeriana: Linguagem1950

Pensamos, primero, la renuncia como negar-se-algo. Gramaticalmente. «se» está en dativo y se refiere al poeta. Lo que el poeta se niega a sí está en acusativo. Es la pretensión del poeta a la soberanía representacional de la palabra. Entretanto, otra característica de la renuncia ha salido a la luz. La renuncia asienta al reino superior de la palabra, aquel que únicamente deja ser una cosa como cosa. La palabra «en-cosa» la cosa en cosa (Das Wort be-dingt das Ding zum Ding). Quisiéramos denominar este reino con la palabra die Bedingnis. Esta antigua palabra ha desaparecido del uso lingüístico. Goethe todavía la conoce. En este contexto, sin embargo. Bedingnis dice algo distinto a Bedingung, condición, que Goethe todavía entiende como Bedingnis. La condición es el fundamento existente para algo que es. La condición da el fundamento v funda. Satisface al principio de razón (Satz vom Grund). Pero la palabra no da el fundamento (be-gründen) de la cosa. La palabra deja que la cosa esté en presencia como cosa. Este dejar recibe ahora el nombre de Bedingnis, «en-cosamiento». El poeta no explica lo que es. Pero el poeta se dice, esto es, dice su decir a este secreto de la palabra. En este decir-se-a, el que renuncia se niega aquel pretender antes reivindicado. El negar-se ha cambiado su sentido. El «se» ya no está en dativo sino en acusativo v el pretender ya no está en acusativo sino en dativo. En la transformación del sentido gramatical de «negar-se el pretender» a «negarse al pretender» se oculta la transformación del propio poeta. Se ha dejado llevar a sí mismo, esto es, a su decir todavía posible en el futuro, ante el secreto de la palabra, ante el «en-cosamiento» de la cosa en la palabra. 13608 Heideggeriana: Palavra1958